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ATENCI脫N A ENFERMOS DE ALZHEIMER. CUIDADOS ESPECIALIZADOS.- LA COMUNICACI脫N-


 

 

Atenci贸n a enfermos de Alzheimer

Cuidados Especializados

La Comunicaci贸n

-          La comunicaci贸n

Una de las principales cosas que hay que hacer ante, no solo un enfermo de Alzheimer, sino ante cualquier persona. Es conocerla, es decir, comunicarnos.

 

驴QU脡 ES LA COMUNICACI脫N?

Es la forma de transmitir informaci贸n entre dos o varias personas. Para ello necesitamos:

         Primeramente, un pensamiento que se traduce en palabras y frases. O gestos, para dar sentido a lo comunicado.

         Un movimiento coordinado de la laringe, de la lengua, del rostro para producir el lenguaje.

Otros elementos que intervienen igualmente en la comunicaci贸n son el movimiento de las manos y del cuerpo para producir gestos (por ejemplo: encogerse de hombros);los cambios de voz y expresi贸n que indican el estado de humor del que habla(una sonrisa, una mueca, etc.).

Hay que tener en cuenta tres puntos importantes:

-          La comunicaci贸n es bilateral, el enfermo busca comprensi贸n (puede comenzar a ser muy dif铆cil una vez que los trastornos del lenguaje avancen).

-          El interlocutor busca ser entendido por el enfermo y, por otro lado.

-          La comunicaci贸n entre las personas no solo es verbal, gestos, miradas, caricias, son igualmente un modo de comunicarse.

Todos los elementos son fundamentales en la comunicaci贸n, pero sobre todo con una persona demente.

 

 COMUNICACI脫N Y ATENCION AL PACIENTE GERIATRICO

         Peculiaridades de la institucionalizaci贸n

         Reacciones ante la enfermedad

         Mecanismos de adaptaci贸n ante la enfermedad

         Relaciones entre el profesional y las personas mayores.

         Actitud correcta.

La enfermedad constituye una amenaza en si misma que genera una situaci贸n de indefensi贸n, tanto en el paciente como en su entorno familiar y social. La tecnocracia en la medicina y la despenalizaci贸n que acompa帽a a la masificaci贸n de los hospitales, hacen que el paciente se sienta desvalida frente a una situaci贸n que no domina.

PECULARIDADES DE LA INSTITUCIONALIZACION

1.       Se produce una amenaza general para la vida, la salud y la integridad laboral.

2.       Aparecen s铆ntomas desagradables como el dolor, la disnea, etc.

3.       Se frustran planes y esperanzas y el enfermo sufre incertidumbre respecto a su presente y su futuro. Las relaciones familiares y el modo de vida del paciente cambian notablemente.

4.       El anciano se encuentra en un medio extra帽o y desconocido. En su habitaci贸n sin dar explicaciones, entran personas cuyas funciones desconoce y cuya conducta a veces no entiende.

5.       Nada mas llegar al hospital se le quietan sus ropas, sus pertenencias (pr贸tesis dentales, auditivas, gafas?) y recibe un pijama y una bata iguales a los de otros pacientes, uniforme que ha de resultar humillante. Se ha de someter a normas establecidas y son otros los que deciden cuando levantarse, comer, dormir o recibir visitas.

Los procedimientos diagn贸sticos y terap茅uticos suelen ser agresivos: pinchazos, sondajes, enemas, dietas especiales, restricci贸n de movimientos, interrupci贸n de sue帽o a media noche para poner el term贸metro o administras un f谩rmaco, etc.

6.       Con frecuencia no se respeta la intimidad durante las exploraciones, la higiene, la realizaci贸n de las curas o en el ba帽o.

REACCIONES ANTE LA ENFERMDEDAD

En los ancianos la experiencia de la enfermedad y la transici贸n a u nuevo ambiente pueden inducir estados de ansiedad, ira, negaci贸n, tristeza, desesperanza, culpa regresi贸n o confusi贸n. La persona pierde el control de su vida y tiene dificultades para resolver sus problemas y tomar decisiones. En su fuero interno puede yacer el miedo a la soledad, a la dependencia, al dolor, a la muerte.

La ansiedad es una respuesta emocional normal a la percepci贸n de una amenaza, sea esta real o imaginaria. La persona siente inquietud, desesperanza e inseguridad, hasta llegar al p谩nico. Todos estos sentimientos se ven muy influidos por las relaciones con los dem谩s y por la propia personalidad.

Si la ansiedad es muy intensa, la percepci贸n se deforma y la persona sufre. Puede manifestarse con reacciones emocionales, o con reacciones fisiol贸gicas que afecte a las funciones org谩nicas (cuadros de somatizaci贸n), o en forma de quejas interminables y agregaci贸n de nuevos s铆ntomas (enfermos hipocondriacos). El enfermo reacciona poniendo en marcha mecanismos de adaptaci贸n, que pueden resultar ineficaces si se adaptan comportamientos inadecuados, ya que estos dificultan a veces la b煤squeda de ayuda, aunque sirven para conservan el equilibrio psicol贸gico.

Si el enfermo esta muy deteriorado o inconsciente, su familia puede experimentar temores semejantes, expresados en forma de exigencia excesiva, reticencia a colaborar y desconfianza de los cuidadores.

                MECANISMOS DE ADAPTACION ANTE LA ENFERMEDAD

-          COLABORACION

En enfermo tiene inter茅s por seguir viendo, colabora y soporta todas las maniobras. Suelen ser individuos que han sido bastante felices. Muchas personas responden ante la enfermedad de esta manera.

-          NEGACION

En las primeras etapas de la adaptaci贸n, frecuentemente aparece el mecanismo de la defensa de negar el propio estado. El enfermo no agradece la informaci贸n, ni las recomendaciones y resta importancia a los s铆ntomas. Puede mostrarse preocupado por problemas insignificantes y menospreciar los realmente graves

La alegr铆a injustificada o la falta de inter茅s tambi茅n indican negaci贸n. A muchas personas mayores no les gusta hablar con sus coet谩neos para evitar identificarse con ellos.

-          IRA Y HOSTILIDAD

Los pacientes que defienden de otros para sus actividades cotidianas son propensos a un car谩cter dominante y violento. Los episodios de violencia suelen presentarse cuando el paciente se le obliga, se les somete a normas muy estrictas, o se quiebra su intimidad..

En enfermos puede sentirse irritado, resentido o furioso. Deben tenerse en cuenta las pistas de comunicaci贸n no verbal, como pu帽os apretados, miradas y tonos de voz. Puede mostrarse discutidos, exigente, desafiante, despectivo o sarc谩stico. Critica continuamente a sus cuidadores y ataca a las personas de quien depende. Puede llegar a actuar de forma violenta, arrojando la vendeja de la comida vociferando.

A menudo, la ira se descarga sobre alguien o algo diferente de lo que origina la frustraci贸n, y con m谩s probabilidades de que replique. Un paciente puede estar muy molesto con su m茅dico, pero se atreve a quejarse por temor a recibir peor atenci贸n, por lo que grita al auxiliar. Este tipo de conducta aumenta la frustraci贸n del paciente que se siente incomprendido, gener谩ndose un c铆rculo vicioso.

-          REBELDIA

La actitud de rebeli贸n y dominaci贸n puede ser 铆ndice de inseguridad. El enfermo aprovecha cualquier ocasi贸n para arrojar sus temores y acepta con dificultad la dependencia necesaria para mantener reposo o tomar medicaci贸n prescrita.

-          EXIGENCIA Y DEMANDA

La necesidad de adaptaci贸n, de sentirse valioso y diferente se demuestra por un poderoso deseo de atraer la atenci贸n y el inter茅s. El paciente exigente llama frecuentemente al personal y lo monopoliza con conversaciones extensas. Todo ello encubre una necesidad de ser aceptado.

Debe tenerse en cuenta que un enfermo ansioso, que demanda continuamente, puede sentir realmente los s铆ntomas que refiere. Sin embargo, si se intentan satisfacer todos los requerimientos de dependencia del paciente se encuentra que este es insaciable, y conseguir el equilibrio es dif铆cil.

-          AISLAMIENTO E INTROVERSION

El paciente se retrae y evita la relaci贸n con los dem谩s, pasa largos ratos durmiendo, o con las puertas cerradas, y no quiere compartir sus sentimientos.

Un cierto grado de aislamiento es necesario en la adaptaci贸n a la enfermedad, pero se convierte en conducta patol贸gica cuando se intensifica o prolonga por exceso. Un paciente que sienta triste o abandonado puede dejar de luchar.

-          DEPENDENCIA Y REGRESION

La incapacidad para la autosuficiencia dificulta la toma de decisiones sobre le futuro, y propicia la renuncia a la propia responsabilidad. Algunas personas mayores delegan esta, completamente en los profesionales o familiares. Son enfermos dependientes que buscan direcci贸n, lo que refuerza su convicci贸n de que son incompetentes e irresponsables.

Pueden aparecer conductas regresivas con comportamientos infantiles, como incontinencia de esf铆nteres, negaci贸n para comer o tomar las medicinas, etc.

Los pacientes que se encuentra a gusto en este estado pueden querer continuar en el indefinidamente.

 

RELACIONES ENTRE EL PROFESIONAL Y LAS PERSONAS MAYORES

 

Las actuaciones t茅cnicas tienen que acompa帽arse de una buena practica profesional. La relaci贸n que se establece con el enfermo no ha ser fruto de la casualidad. El paciente aporta necesidades y nuestro deber es ofrecer capacidad profesional.

El personal sanitario que se dedica al cuidado de personas mayores a menudo adopta conductas inadecuadas que debemos evitar:

         Una actitud extendida, reflejo de un prejuicio social, es tratar a los ancianos como si fueran ni帽os irresponsables, asumiendo conductas paternalistas y compasivas, neg谩ndoles su individualidad y su capacidad como interlocutores v谩lidos. Es frecuente escuchar expresiones como pobrecillo, que lastima, esta actitud se intensifica cuando el estado f铆sico o mental del paciente est谩 muy deteriorado.

         En nuestra sociedad predomina el culto a la juventud. Para los que aun no han llegado a ella, la vejez es la vejez de los otros: la persona mayor que esta ante nuestros ojos, ha sido siempre as铆, no tiene pasado.

         A los ancianos se les considera gru帽ones, desvalidos, tontos, ego铆stas, decadentes o machacones, atributos que ellos mismos aceptan como propios, j贸venes y adultos, incluidos profesionales de la salud, y casi siempre con buena intenci贸n, deciden sobre la vida de las personas mayores y adoptan actitudes de autoridad que intensifican la dependencia y deterioran la confianza en el enfermo.

         No es raro caer en la tentaci贸n de criticar, sermonear, dar consejos o formular expresiones de falsa tranquilizaci贸n como no se preocupe. No pasa nada, esta usted muy bien. Las pistas de comunicaci贸n no verbal inadecuadas pueden ser muy contraproducentes (falta de contacto visual, posiciones que delatan prisa, etc.).

         En ocasiones se fomentan y apoyan mecanismos de adaptaci贸n inadecuados, como actitudes de negaci贸n e intromisi贸n, o no se disminuye gradualmente la protecci贸n, foment谩ndose en cuadros de dependencia.

         Violar la distancia afectiva que permita mantener la objetividad, puede llevar a obtener situaciones ambiguas y dif铆ciles de resolver (demanda de supe rproteccion y trato especial, o manifestaciones obscenas).

         Existe cierta tendencia a interrumpir las manifestaciones de dolor o el silencio, tanto de los pacientes como sus familiares cuando, en realidad, son mecanismos de adaptaci贸n completamente normales que facilitan el desahogo.

         El profesional sobrecargado del trabajo puede sentirse frustrado o herido ante ciertas conductas del paciente, y mostrarse iracundo, hostil o indiferente. Es posible que le personal sanitario se sienta incomodo en el manejo de personas mayores con determinadas enfermedades, por su dificultad, a sus propios miedos. La manifestaci贸n directa de este disgusto hacia el paciente es inaceptable, pero no reconocerlo podr铆a causar evitaci贸n y mala pr谩ctica profesional.

 ACTITUD CORRECTA

Las personas mayores deben recibir cuidados de calidad, con el mismo apoyo que el resto de los individuos, sin discriminaci贸n de su edad. Aunque en muchos casos no puedan recuperar totalmente la salud, siempre han de aportarse las medidas que garanticen su bienestar y confort.

Es preciso que el profesional conozca y comprenda los mecanismos de los que el paciente dispone para enfrentarse a la enfermedad y domine sus sentimientos, en lugar de tomar represar铆as o retraerse. No hay que olvidar que un paciente ansioso o dif铆cil esta manifestando conflictos no resueltos.

Cuando el profesional sienta desamparo y desesperanza, debe compartirlos con sus compa帽eros de equipo, para mantener su propio equilibrio.

El contacto con ancianos plantea obligadamente la transitoriedad de la vida, provoca sentimientos de angustia e impotencia que, una vez asumidos, permitan una relaci贸n enriquecedora.

 

RECOMENDACIONES UTILIS DE LA VIDA DIARIA

         Aceptar a la persona como es, sin juicios ni cr铆ticas.

         Actuar de forma ser谩n y competente, dar un trato respetuoso, amable y humano, pero con cierta firmeza.

         Llamar al anciano por su nombre, con el tratamiento de usted y personalizando su asistencia en el mayor grado posible. El tuteo no es conveniente salvo si lo pide el enfermo.

         No utilizar una jerga infantil para hablar (bonito, guapo), es humillante y puede menoscabar la autoestima del anciano, ya comprometida por su incapacidad y dependencia. No dar muestras excesivas de confianza a una persona desconocida, por el hecho que sea mayor y este en una situaci贸n de indefensi贸n.

         El profesional debe identificarse por su nombre y categor铆a, sobre todo ante pacientes con visi贸n disminuida que dificulte el reconocimiento inmediato. Es bueno que el paciente sea atendido siempre por el mismo personal.

         Respetar la individualidad de los ancianos, ya que no son todos iguales, aunque f铆sicamente se parezcan. Su aspecto puede mostrarles feos y fr谩giles, pero algunos tienen una gran agilidad y lucidez mental, un gran sentido del humor y una personalidad que les hace 煤nicos y diferentes entre si. No tiene por que opinar y reaccionar igual, es un error presuponer sus pensamientos.

         Estar disponible para escuchar, apoyar y aclarar. No se pide solucionar los problemas, sino facilitar que el paciente tome sus propias decisiones. Afirmaciones abiertas como: parece usted triste, esto debe ser muy dif铆cil, pueden favorecer la comunicaci贸n. Se ha de dedicar tiempo y mostrar inter茅s por las preocupaciones del paciente y su familia, siempre que estos deseen conversar.

         El anciano suele responder con calma, intercalando pausas. La conversaci贸n ha de estar libre de prisas y presiones, dejando tiempo suficiente para las respuestas. Una persona que habla despacio, o que en algunos momentos eta confusa, no tiene por qu茅 dar informaci贸n incorrecta.

         Contestar las preguntas sencillas. Breve u lentamente. Demasiada informaci贸n puede crear confusi贸n.

         Mantener el contacto visual y t谩ctil con el paciente, por ejemplo, tom谩ndole una mano, cuando se hable con 茅l. Dirigirse directamente al enfermo y no a su acompa帽ante, evitando que se mantenga a su alrededor conversaciones que no le impliquen.

         No elevar la voz, a menos, que el anciano tenga una hipoacusia. Hablar en tono bajo y reducir los est铆mulos ambientales.

         Los pacientes inconscientes deben ser tratados como si estuvieran despiertos, es decir, llam谩ndoles por su nombre y explic谩ndoles los cuidados que se llevan a cabo, utilizando un tono de voz suave y tranquilizador.

         El paciente reci茅n ingresado necesita una buena acogida y que se le proporcione la informaci贸n necesaria sobre el medio f铆sico que le rodea (localizaci贸n de los ba帽os, timbre, luz, barandillas, etc.). Presentarles a sus compa帽eros una mayor confianza.

         Respetar la intimidad, con una retirada discreta en el momento oportuno, en el ba帽o, cuando el anciano reciba visitas.

         Establecer un plan de cuidados que se desarrolle de forma sistem谩tica. Esto permite que el anciano conozca su horario de actividades, y le proporcione seguridad. Los objetivos planteados deben ser modestos y a corto plazo. Se tendr谩n en cuenta sus h谩bitos y preferencias hasta donde sea posible.

          Estimular al anciano para que intervenga en sus ciudades, d谩ndole el tiempo suficiente para que complete sus actividades. Se debe ayudar solo cuando es necesario, reforzando los peque帽os logros mediante el reconocimiento de su colaboraci贸n y de su experiencia. Ayudar es sin贸nimo de facilitar o colaborar, no de sustituir, aunque se ahorre tiempo o a veces sea imprescindible.

         Mostrar optimismo o inter茅s por el bienestar del anciano y su familia: la imaginaci贸n y el entusiasmo son contagiosos (realismo optimista).

LA COMUNICACI脫N CON EL PACIENTE DE ALZHEIMER

Habitualmente en el envejecimiento se entorpece el habla del anciano y tambi茅n su proceso de entendimiento. A veces tienen dificultades para encontrar la palabra adecuada pero estos cambios en la comunicaci贸n no perturban sus capacidades de comunicaci贸n con los dem谩s. Hablar con una persona que sufre EA y entender lo que dice es probablemente una de las tareas m谩s dif铆ciles en el marco de los cuidados.

Podemos hablarles 驴estamos seguros de que no nos entiendes? Y si se prestan a lo que decimos 驴entienden realmente lo que estamos sirviendo? A los problemas propios de la edad, ya que se trata en su mayor铆a de personas mayores, como son los problemas sensoriales (problemas de o铆do, de visi贸n y de dentadura). Por ejemplo, la utilizaci贸n de aparatos auditivos. Mucho enfermo no les gusta llevarlos por lo que suelen quit谩rselo o apagarlos (hay que comprobar que est谩n puestos y en perfecto uso); o la utilizaci贸n de dentaduras postizas, muy frecuentes en la poblaci贸n anciana, los cuales pueden estar mal adaptadas y dificultar el habla. Nos encontramos tambi茅n con problemas espec铆ficos de la EA como son:

         La disfasia, es una perturbaci贸n de la capacidad de producir y entender el lenguaje. Afecta al entendimiento, al habla, a la lectura y a la escritura.

         La disartria resulta de perturbaci贸n de la inervaci贸n de los m煤sculos que se usan para pronunciar las palabras.

         La afasia. La disfasia y disartria pueden mezclarse en la enfermedad de Alzheimer llegando a una afasia. Es decir, la desaparici贸n del habla.

 

La comunicaci贸n e las fases iniciales es mas fluida, y f谩cil, siendo el propio enfermo el que puede informarnos. Pero a medida que el EA avanza, el dialogo con el enfermo se har谩 mas y m谩s dif铆cil: primero, olvidar谩 como se usa el lenguaje, luego olvida el significado de las palabras, finalmente pierde el control sobre los mecanismos de articulaci贸n de sonidos para formar palabras; aun sabe lo que quiere y conserva su voluntad para expresarse y hacerse entender. Cuando se da cuenta que no puede lograrlo, sufre y puede comenzar a ponerse nervioso y gritar.

Hay que tener en cuenta que: aunque la comunicaci贸n sea dif铆cil hay que intentar mantenerla a lo largo de la evoluci贸n de la enfermedad; esta comunicaci贸n ha variado a lo largo de la enfermedad y, sobre todo que cada enfermo es diferente de los otros, con sus propias dificultades y se debe adecuar la comunicaci贸n a las caracter铆sticas de cada individuo.

 

驴QUE HACEMOS ENTONCES?

 

Como ya se ha dicho, es necesario conocer el enfermo y para eso necesitamos comunicarnos con 茅l. A veces, nos quedamos sorprendidos, por todo lo que cuenta el enfermo, con la 煤nica condici贸n de preguntarle y escucharle. Cuenta hechos de su juventud, los acontecimientos importantes de su vida-boda., bautismo de los hijos, donde hizo la mili- y de su profesi贸n. Hay que recordar que la memoria de los hechos pasados en los enfermos de Alzheimer se mantiene intacta al iniciar l enfermedad y sigue vigente mucho tiempo. Es muy satisfactorio para el enfermo recordar su pasado y le restituye parte de su identidad.

 

A la hora de hablar con los enfermos hay que seguir ciertas reglas como:

 

         Dedicar tiempo y escucharle, no es un interrogatorio

         Dejar tiempo al enfermo para contestar a las preguntas antes de plantear otra. El enfermo tiene dificultades de concentraci贸n y de atenci贸n. A veces, tiene tambi茅n problemas para expresarse.

         Repetirle la pregunta si nos damos cuenta de que el enfermo no la entiende

         No se le puede tener mucho tiempo pregunt谩ndole, el enfermo se cansa r谩pidamente y pierde la concentraci贸n f谩cilmente.

驴COMO PREPARAR LA COMUNICACI脫N?

No sirve de nada hablar a alguien que nopresta atenci贸n a lo que se le dice. Aun mas cuando a la persona a la cual va dirigida la comunicaci贸n tiene problemas de atenci贸n y concentraci贸n. Hay que advertir a su interlocutor de que Ud. Se va a dirigir hacia 茅l, para ello:

         Mire a la persona con la que quiere comunicarse de frente y busque el contacto de sus ojos. Si esta sentada, si茅ntese; si esta de pie, permanezca usted de pie tambi茅n.

         Utilice su nombre para llamarle la atenci贸n. Es importante recordarle su nombre durante la conversaci贸n y tomarle el brazo o la mano para que permanezca atenta.

         Domine los ruidos producidos por el entorno, en particular el sonido de la radio o de la televisi贸n.

驴COMO CAPTAR MEJOR LO QUE DICE EL ENFERMO?

         Captar el contexto de las palabras

Em general, las palabras surgen en un contexto de m铆micas y de gestos, que nos ayuda a entender el sentido que el da a sus palabras. Tenemos que estar atentos, no solo a sus palabras sino tambi茅n a la expresi贸n de sus ojos (tristes, congestionados o. al contrario, contentos; a sus muecas, a sus gestos. Cuando un enfermo dice, al final de la comida con un aire sonriente: esta comida es mala, es decir me gusta esta comida. Siempre hay que mirar al enfermo que nos habla para conocer el contexto general de lo que quiere decir.

         Descodificar su lenguaje

A menudo, los enfermos crean para hablar y comunicar su propio lenguaje, uno nievo, unen siempre las mismas palabras- aunque no las adecuadas-para definir una cosa o una deseo.

En el curso del paseo, un enfermo usaba la palabra bus, siempre que quer铆a comunicar su deseo de volver a casa. Y tenia su l贸gica. Cuando trabajaba, iba y volv铆a de su trabajo en autob煤s. Para 茅l la palabra bus tiene el mismo sentido que casa. Con experiencia, el cuidador entiende muy bien lo que quiere decirle el enfermo.

         Estar atento a las modificaciones debidas a la evoluci贸n de la enfermedad

A medida que evoluciona la enfermedad, las cosas se empeoran. El lenguaje se empobrece, hasta desaparecer. Las palabras que usaba el enfermo, ya no las usa. El cuidador debe estar atento a estas modificaciones y adaptarse a las nuevas perturbaciones.

 

SE脩ALES DE BIENESTAR Y DE MALESTAR

El enfermo de Alzheimer no tiene la misma aptitud que nosotros de traducir su estado de bienestar o de malestar. Le faltan palabras. Ya no es capaz de formularlos. Es muy importante para el cuidador detectar se帽ales que traducen el estado de 谩nimo del enfermo.

Tiene as铆 el reflejo de sus cuidados y de la capacidad de adaptaci贸n de la persona afectada a su entorno.

 

LAS SE脩ALES DE BIENESTAR

Hay que buscarlas, sobre todo, en el comportamiento de los enfermos. Se traducen como seles de bienestar una:

         Actitud positiva. El enfermo no se queda sentado sin moverse. Es activo, toma sus propias decisiones (salir de paseo, ayudar en las tareas dom茅sticos, participar en actividades de grupo, etc.).

         Actitud de apoyo y efecto: el enfermo ayuda emocional a otras personas, a su cuidador, a los dem谩s miembros de la familia y responde a las muestras de calor o afecci贸n que le proporcionan las otras personas.

         Actitud de ayuda: es el hecho de ayudar a otras personas de forma espont谩nea o voluntaria. Cuando el cuidador esta realizando las tareas de la casa, por ejemplo, el enfermo le ayuda a limpiar los platos, hacer la cama, etc.

         Actitud creativa y comprensiva: lo demuestra a trav茅s de actividades como cantar, bailar, hablar, jugar a las cartas.

De la misma forma, los enfermos tienen gran dificultad para traducir un estado de malestar (y por supuesto dar las razones).

Entre las se帽ales de malestar se encuentran:

         Los comportamientos espec铆ficos. En este caso, no suelen recurrir a las palabras contando lo que ocurre ni a gestor indicando donde sufren. Pero lo manifiestan como pueden. Llorando, agit谩ndose, gritando. Frente a un comportamiento que ninguna causa evidente explica, siempre hay que buscar sistem谩ticamente lo que puede crear molestias f铆sicas y dolor.

         Estar tenso o nervioso: es la forma habitual de traducir su ansiedad, su malestar, su inseguridad.

         A veces, el enfermo camina todo el dia, habla sin cesar, pone objetos en la boca (botones de sus prendas, hojas, tierras de las plantas). Si se encuentra en la cama, juega con las sabanas, con sus cabellos, con sus zapatillas. Es su manera de transmitir su ansiedad.

         Aparici贸n de tristeza: traduce a menudo la sensaci贸n de persona afectada de estar sola. No mantiene conversaciones con los dem谩s.

         Apat铆a y pasividad: los enfermos se quedan en la cama durante horas. No quieren levantarse. Se quedan sentados en una silla. Se niegan a comer o comen poco. Se niegan a beber. Re煤san toda comunicaci贸n. Cierran los ojos, dan la impresi贸n de ser ausentes.

         Irritaci贸n y colera: es otra forma de traducir el rechazo del entorno, la imposibilidad de darse a entender, o de lograr algo que ellos quieren, su sensaci贸n de vivir en un universo hostil.

 

Cualquiera de estos comportamientos requiere que se busque y encuentre la raz贸n o las razones que puedan explicar tal comportamiento. Puede ser una investigaci贸n larga y de varios d铆as. Ya encontrada la causa, se puede actuar y las cosas vuelven a su cause.

驴COMO ACTURA FRENTE A LAS DIFICULTADES?

         El enfermo tiene problemas para encontrar las palabras adecuadas

Cuando el enfermo habla, tiene dificultad para encontrar las palabras exactas, especialmente al indicar objetos familiares o personas que conoce. Quiero el?el???. p铆dele que se帽ale el objeto que quiere y n贸mbrelo: el vaso, quieres el vaso. As铆 se asegura que es realmente el vaso que quiere.

         El enfermo usa una palabra por otra.

Quiero volver al garaje: cuando el enfermo usa una palabra por otra, no le corrija sistem谩ticamente, pero aseg煤rese que ha entendido adecuadamente, quieres volver a casa 驴eso es verdad?

         El enfermo se para en mitad de una frase.

Quiero salir?: cuando el enfermo vacile en medio de una frase, d茅jele tiempo para cavarla. Repita las dos ultimas palabras que dijo para ayudarle. Quieres salir? lo que a veces le estimula para acabar la frase. Quiero salir a pasea? sino vuelve a coger el hilo de la frase cambie el tema.

         El enfermo usa frases hechas fuera del contexto

Si el enfermo emplea frases hechas fuera del contexto o algunas palabras sueltas (si, no, gracias, etc.) fuera del contexto, trate de captar su pensamiento bas谩ndose en la situaci贸n del momento.

         El enfermo tiene problemas de expresar su pensamiento.

Como el enfermo tiene dificultad para expresar su pensamiento, lo resume en pocas palabras. Por ejemplo, le dir谩: casa, metro, para decirle que quiere volver a casa en metro. Aseg煤rese que ha comprendido bien dici茅ndole lo que cree que esta pensando (tu quieres volver a casa en metro). Esta confirmaci贸n evitara desencadenar una reacci贸n desmesurada, frecuente cuando tiene la sensaci贸n de no ser comprendido.

         El enfermo habla de si mismo, diciendo 茅l o ella

Ocurre a menudo en la fase avanzada de la demencia. El cuidador debe entender que el o ella es el enfermo mismo. Cuando el enfermo dice: el tiene hambre, le preguntaremos: 驴tienes hambre. En general la respuesta es positiva y el problema resuelto. Al no encontrara la palabra adecuada, el enfermo usa la palabra que tiene el sentido opuesto. Es frecuente el uso del No para decir Si o al inverso. 驴quieres hacer pis? No. Y el enfermo se moja 驴quieres bebe agua? Si. Y cuando le damos el vaso de agua lo tira al suelo.

 

 

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